sábado, 6 de diciembre de 2008

EL DESAFÍO DE RECUPERAR LAS RIENDAS DE TU VIDA

Hombre o mujer. Cualquiera puede ser víctima de una pareja destructora. No todos estamos preparados para identificar situaciones de acoso moral y manipulación perversa. Y no caemos en la cuenta de nuestro papel de víctima hasta que el peso de la evidencia es tan grande que casi acaba con nuestra vida. Un manipulador perverso es capaz de matar sin utilizar en absoluto la violencia física, solo con pausadas y frías palabras, y en cambio puede inducir a su víctima, presa de la impotencia y la desorientación, a caer en actos violentos, para redoblar su obra destructora de la integridad y la autoestima del otro, aumentando su confusión hasta convertirlo en un despojo humano.
Aquí te entrego elementos para que ayudarte a descubrir a esos seres nefastos que generalmente se ocultan tras una máscara de encanto y una apariencia incluso angelical.
Si has llegado hasta aquí, es posible que ya estés sumido en una situación de estas y necesites desesperadamente un marco de contención.
Este sitio se basa en experiencias de personas que estuvieron muy cerca de perder la cabeza y cometer errores fatales, y que muchas veces expusieron su salud al límite, mientras eran objeto de desamor y desprecio, dosificados con precisión 
quirúrgica y absoluta frialdad.

No es mucha la gente que realmente comprende esta problemática (incluso profesionales). Pese a ser una situación habitual y recurrente, la gente que no lo ha experimentado en carne propia no entiende, o no cree, que estas cosas sucedan. "¿Cómo una persona tan encantadora puede destilar tanta maldad a cambio tanta devoción?", se preguntan algunos. "Si es cierto y siguen juntos, será porque a ambos les gusta que las cosas sean así", dicen otros. Pero, en estos casos, la víctima no tiene nada de masoquista. Encuentran que su vida es un infierno, pero no hallan el modo de parar de sufrir. No saben hacia dónde ir, si hablar o callar, si hacer esto o lo contrario porque, a los ojos de su victimario, cualquier cosa que diga o haga estará mal.
Cualquier intento de mantener una discusión sana, con reglas, es totalmente desestimado o termina en un ataque violento, no ya a los puntos en discusión, sino a la propia condición de persona.
¿Es este tu caso? Entonces estamos hablando de lo mismo.
Salir de una relación así es duro y difícil.
Las lecturas que incluyo te servirán como herramientas para intentar sobrellevar la situación e incluso salir de ella lo más indemne que sea posible. La idea fundamental sobre la que debes trabajar es que absolutamente nadie tiene derecho a jugar con tu vida o hacerte infeliz.

A tu requerimiento, pongo a tu disposición mi servicio de consultoría personalizada, y organizo talleres sobre la temática para el ámbito familiar o laboral, en principio, en Santiago de Chile, por un costo razonable.

Roberto Vázquez - acoso.moral.contacto@gmail.com